viernes, 4 de septiembre de 2015

Una Deuda de Amistad

Cuento corto:

Cierta vez un hombre llamó a la puerta de su mejor amigo para pedirle un favor. Le dijo:

—Querido amigo, necesito que me prestes un poco de dinero para pagar una deuda. ¿Puedes ayudarme?

El amigo le pidió a su mujer que reuniese todo lo que tenían, pero ni siquiera con esto fue suficiente. Hubo que salir a la calle, y pedirles dinero a los vecinos, hasta alcanzar la cantidad requerida.

Cuando el hombre se marchó, la mujer se dio cuenta de que su marido estaba descompuesto y le preguntó:

— Querido esposo, ¿por qué estás triste?

Pero él no contestó y ella insistió.

— Tienes miedo de que ahora que nos hemos endeudado no consigamos pagar lo que debemos.

— No, no es eso —dijo el esposo—. Estoy triste porque la persona que nos acaba de visitar es un amigo muy querido, y, a pesar de ello, yo no sabía nada de su crítica situación. Solo me acordé de él cuando se vio obligado a llamar a mi puerta para pedirme dinero prestado.

Moraleja:
Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás; préstalo a tu amigo y lo perderás

No hay comentarios:

Publicar un comentario